Historia de nuestro queso Oro de Prases
Quizá este queso Oro de Prases sea la consecuencia directa más evidente de la época asturiana de Tomás. Nos encontramos con un queso enormemente elegante. A la temperatura adecuada, incluso se puede escuchar un ligerísimo crepitar al hundir el cuchillo en su pasta. La corteza florida tiene salteados algunos nódulos de moho y hace bien su papel de piel de la pasta. El amarillento color del queso Oro de Prases deja ver esa curación de un año que sólo los más exigentes llegan paciente y fructuosamente a esperar.
Cuando Tomás abandonó su dedicación anterior, elaborando queso Gamoneu, quizá no era consciente de que llegaría, en unos pocos años, a crear toda una familia de quesos donde la dulzura es la línea fraternal que los une. Quizá la misma dulzura que entrega el propio Tomás en su amable gesto. Con una cuidada cabaña y un proceso de elaboración delicadamente llevado a cabo, Tres Valles Pasiegos ofrece productos que el bon vivant llegará a adular cuando los conozca.